Cada año se diagnostican un millón de casos de cáncer de piel y cada 4 minutos muere una persona en el mundo por esta enfermedad, que puede prevenirse estableciendo unos hábitos saludables y sencillos. ¿Sabes cómo podría hacerse? Se trata de realizar una buena protección de la piel frente al sol y autoexplorar la piel para poder detectarlo de forma temprana.
El melanoma no es el cáncer de piel más frecuente, pero sí el que tiene más mortalidad. En España se detectan unos 5.000 al año. Los otros tipos de cáncer de piel no melanoma son el carcinoma escamoso o espinocelular y el carcinoma basocelular.
No cabe duda de que es importante cuidar la piel al exponerla al sol, pero también es imprescindible tener claro que cualquier persona puede desarrollar un melanoma, no sólo el que tiene riesgo, y de ahí la importancia de detectarlo cuanto antes. Por eso Eduardo Nagore, del Instituto Valenciano de Oncología, y uno de los responsables de la Campaña Euromelanoma de la Fundación Piel Sana, de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), recomienda incorporar a la rutina diaria la exploración de la piel. “Con tan solo dedicar unos minutos al mes a explorar nuestra piel, podemos ganar años de vida, ya que el pronóstico del melanoma cambia radicalmente si se detecta a tiempo”.
¿En qué consiste la autoexploración de la piel?
Explorar la piel para poder detectar lesiones compatibles con el cáncer de piel, especialmente el melanoma, implica tener en cuenta que el melanoma puede aparecer en cualquier zona del cuerpo: en el cuero cabelludo, la zona genital, entre los dedos, en los pies… y por eso todas las personas deben revisar su piel. Y ante la pregunta de ¿cómo hacerlo? Nagore explica que hay que realizarlo:
- Una vez al mes.
- Durante uno o dos minutos.
- Puede llevarse a cabo en la ducha.
- Es muy útil hacer un reportaje fotográfico la primera vez para tener una referencia y comparar si aparecen lesiones.
- Hay que prestar atención a todo aquello que pueda llamar la atención o que sea diferente: un lunar que cambia o algo nuevo que aparezca. Puede ser más oscuro, más rojo, irregular, que haya crecido, que presente diferentes colores, picor o dolor…
En el caso de que se presenten manchas, lunares o lesiones nuevas es importante consultar al médico de familia o al dermatólogo: “Un alto porcentaje de las veces no será nada, pero es mejor pasarse que quedarse corto”.
Desde la Fundación Piel Sana recuerdan la existencia y utilidad de dos aplicaciones gratuitas y disponibles para iOS y Android relacionadas con la piel y el sol: UV Derma, que ofrece en tiempo real los valores del índice ultravioleta de una localidad en el momento de la consulta, el tiempo que una persona puede estar al sol sin quemarse y el que necesita para generar la suficiente dosis de vitamina D; y e-Derma, con la que se puede hace un registro fotográfico de la piel a partir de la autoexploración. “Este tipo de aplicaciones son muy útiles para ser más conscientes de la radiación solar que recibimos, así como una ayuda para hacer seguimiento de nuestros lunares. La piel, a diferencia de otros órganos, es fácil de vigilar y, si prestamos atención periódicamente, podemos detectar si un lunar o una mancha son sospechosas y consultar con un dermatólogo. Cada lesión detectada a tiempo cuenta mucho, cada quemadura que se evita cuenta”, insiste Nagore.
Sin periodo de adaptación por la Covid-19
El confinamiento, como no podía ser de otra manera, ha reducido drásticamente la exposición al sol esta primavera y la piel no ha contado con el periodo de adaptación a la radiación ultravioleta de otros años. La piel produce sus propios mecanismos de protección y para protegerse se engruesa y produce color a través de la melanina. No haber estado expuesto a las radiaciones implica que hay que exponerse poco a poco y con protector para que “coja un tono lentamente y vaya adquiriendo su protección lentamente. Esto es lo que deberíamos hacer siempre”, no sólo este año.
El problema, asegura Pilar López Criado, jefe de la Sección de Tumores de Pulmón, Cabeza y Cuello y Melanoma de MD Anderson Cancer Center Madrid, es que esto puede provocar “un repunte de casos de melanoma”. “La preocupación es que prevemos que va a haber una exposición masiva al sol sin protección; la gente tiene muchas ganas de salir a la calle, pero no de proteger su piel”.